Saber más sobre la salud de los ríos y los peces: el motivo que reunió a los resguardos indígenas de El Itilla, La Victoria y Mocagua

En marzo, representantes de estas comunidades se encontraron en el Resguardo Indígena de Mocagua (Amazonas) para intercambiar las experiencias adquiridas sobre monitoreo de peces a través de un proyecto apoyado por la Sociedad Zoológica de Frankfurt y la Alianza por el Clima y el Uso de la Tierra (CLUA).

24/03/2025, NPIRE
Los participantes comparten sus calendarios de peces. ©Laura Villamil

“Nunca me imaginé que iba a llegar hasta por acá tan lejos”, dijo Luz Aida Benjamín, indígena del resguardo La Victoria, para contar ante un grupo de casi 30 personas, cómo fue viajar con cinco compañeros desde su comunidad (ubicada a orillas del río Apaporis) hasta Mocagua (a orillas del río Amazonas), gracias al proyecto de monitoreo de peces que es apoyado por la Sociedad Zoológica de Frankfurt y financiado por la Alianza por el Clima y el Uso de la Tierra (CLUA).

Este proyecto, con el que no solo se caracterizó la diversidad de peces de consumo y sus sitios, métodos, volúmenes y épocas de pesca, sino también la posible contaminación por mercurio para distintas especies de peces, les dio la oportunidad de compartir con otras comunidades indígenas el conocimiento que adquirieron a través de los meses de trabajo. Así lo aseguró Luz, quien narró que para llegar a Mocagua (el resguardo anfitrión) tuvieron que desplazarse a Mitú (algunos en bote y otros en avioneta) y, desde allí, tomar un vuelo a Bogotá, donde pasaron la noche. Al día siguiente, volaron de Bogotá a Leticia, y finalmente se embarcaron en un bote durante una hora y media hasta Mocagua (el resguardo anfitrión).

John Jairo García, capitán del resguardo de El Itilla, traslapado en su totalidad con el Parque Nacional Natural Chiribiquete, también tuvo que recorrer cientos de kilómetros para llegar al encuentro junto a seis compañeros. La motivación, explicó, fue intercambiar saberes sobre la diversidad, abundancia, ciclos de vida, artes de pesca, nombres comunes y en lengua, y usos tradicionales de las especies de peces que son la base de la seguridad alimentaria de su resguardo. 

También, manifestar su preocupación por las amenazas que enfrentan los ríos, entre ellas la contaminación por mercurio, una problemática a la que se han acercado a través de la toma de muestras y los resultados de los análisis de laboratorio del proyecto de monitoreo de peces. “Creemos que estos esfuerzos apenas están comenzando. Queremos continuar estas investigaciones que nos dan información para tomar decisiones en comunidad. Ahora necesitamos divulgar en el territorio lo que sabemos, y para eso es muy importante el apoyo técnico de la SZF”, cuenta. 

Esa visión no es exclusiva de El Itilla, pues como lo compartió Edgar Darío Hernández Valencia, del Consejo Indígena Territorio Victoria Amazonas, los datos obtenidos a partir del monitoreo hidrobiológico serán socializados “en la escuela, en los grupos familiares, con los sabedores, en el consejo indígena… Nuestra proyección es realizar y entregar cartillas que expliquen bien qué es el mercurio, cuáles son sus efectos y qué medidas podemos tomar, sobre todo para proteger a los más vulnerables de este tipo de contaminación”. 

Para  complementarlo, Luz Aida aseguró que la necesidad de prevenir la toxicidad del mercurio sobre todo con las mujeres lactantes y gestantes, así como con los niños. “Antes de este estudio no sabíamos nada sobre el mercurio, pero ahora que sabemos el daño que puede hacer, con mis compañeros acordamos que vamos a hacer recomendaciones de consumo de peces que sabemos que son más seguros, especialmente para quienes somos madres”.

La ciencia y el conocimiento tradicional, una hermandad clave para el cuidado de los ríos y los peces

Durante el encuentro se evidenció el vínculo necesario entre la ciencia y el conocimiento tradicional para el monitoreo hidrobiológico. Un ejemplo de esto, según Yesid López, biólogo de la SZF quien acompañó el proceso, son los diarios de pesca, formulados desde el punto de vista técnico para recabar información durante las faenas destinadas a la recolección de muestras. 

“Estos formatos se fueron modificando con la contribución de los participantes, y gracias a esto obtuvimos registros muy completos. Además, ellos lideraron las actividades porque conocían los horarios y lugares de pesca. En la comunidad de Mocagua, por ejemplo, aprendieron a hacer el muestreo de forma autónoma y recolectaron alrededor de 500 muestras. Mientras tanto, mediante el apoyo técnico que brindamos en las otras comunidades, se recolectaron 308 muestras en El Itilla y 348 en La Victoria”, afirmó, y agregó que estas fueron enviadas para análisis a los laboratorios de las universidades de Córdoba y Cartagena.

Otra evidencia del complemento entre las visiones científica y tradicional tuvo que ver con los nombres comunes y los científicos de las especies. “Hay muchos casos en los que el mismo pez se llama distinto en cada resguardo, así que fue importante aprender de ustedes esos nombres para consolidar los resultados del estudio”, explicó el biólogo ante los asistentes al encuentro, quienes expusieron ante los demás la forma en la que reconocen a cada especie en español y en sus respectivas lenguas. 

Al evento también asistió Santiago Duque, biólogo y profesor de la Universidad Nacional (sede Leticia), quien detalló que este metal pesado se acumula en muchas especies a través de la cadena trófica. “El mercurio llega a los ríos, muchas veces como producto de la minería ilegal de oro y de la deforestación  —porque sí, hemos empezado a encontrar evidencia de que este puede liberarse de los suelos en los que se encuentra naturalmente mediante la deforestación—, y posteriormente es consumido por microorganismos. Desde allí comienza a moverse hacia crustáceos, peces, moluscos, insectos…”, contó. 

Debido a que este elemento no hace parte de las necesidades nutricionales de estas especies, empieza a acumularse en ellas. Por eso, mientras más arriba esté una especie en la cadena trófica, más acumulación puede tener. 

Otros asistentes al encuentro como Jorge Bilmar y John Vásquez, líderes de la comunidad de Mocagua, aseguraron que están comprometidos con la gestión y ejecución de recursos que ayuden a fortalecer la conservación del sistema hídrico amazónico. 

Por esto, hicieron un llamado a universidades, institutos de investigación, ong y autoridades ambientales, entre otros, para sumarse a las iniciativas de generación de conocimiento y de soluciones alrededor de la contaminación por mercurio. “Queremos estar preparados para enfrentar este desafío, y eso solo podemos lograrlo a partir de la investigación, el conocimiento y de la educación. Todos necesitamos entender los riesgos para que podamos actuar”, puntualizaron en el cierre del evento. 

 

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