Familias indígenas cuidan la eclosión de más de un millón de Charapas

Es el número más alto registrado en los 9 años de implementación de la estrategia de conservación liderada por familias indígenas, PNNC y FZS.

24/04/2023, Monica Jaramillo

1.084.379 tortuguillos de charapa eclosionaron en las playas del bajo Caquetá colombiano, en un tramo de 400 kilómetros que hacen parte del Parque Nacional Natural Cahuinarí y ciertas zonas de influencia de los Parques Nacionales Naturales Río Puré y Serranía de Chiribiquete.  

El evento se registró dentro del marco de la Estrategia de monitoreo comunitario para la conservación de las tortugas “charapa” (Podocnemis expansa) y “taricaya” (Podocnemis unifilis), liderada desde 2014 por las familias indígenas del territorio, Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Sociedad Zoológica de Frankfurt (FZS). 

Ana Lucía Bermúdez, coordinadora de recursos hidrobiológicos de FZS Colombia, quien lidera la estrategia junto a las familias, afirma que los resultados de este año son excepcionales pues se registró el número más alto de tortugas charapa y taricaya desovando en el bajo Caquetá en los últimos diez años.  

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“Para los años 90s el registro era de aproximadamente 2.500 hembras, para este 2023 los datos analizados hasta el momento indican que fueron liberados 1.084.379 tortuguillos de charapa en posturas masivas, lo que equivale aproximadamente a 10.527 nidos de charapa registrados en dichas áreas”, dice. 

Adicionalmente se registraron 1.214 posturas individuales de charapa y 539 posturas de taricaya. Más del doble de las posturas de charapa registradas en la temporada anterior (4.176). 

“Hubo ocasiones donde las familias contaron hasta 605.840 tortuguillos en una sola mañana. A veces son tantos que contarlos es casi imposible por lo que se establecen medidas con baldes para hacer el trabajo más viable”, agrega Ana Lucía Bermúdez.  

¿Cómo funciona el monitoreo? 

La temporada de monitoreo está divida en dos etapas: desove y eclosión. La primera inicia desde septiembre cuando las hembras empiezan a llegar a las playas y ponen los huevos. Esta se extiende hasta febrero o marzo cuando empieza la segunda etapa, momento en el que eclosionan y nacer los tortuguillos.  

Durante este tiempo las familias indígenas, con el apoyo de FZS, realizan turnos de 22 días para acampar en las playas más importantes. Allí marcan nidos, monitorean las aguas y evitan que los nidos sean saqueados por parte de algunos locales que aún venden los huevos de forma ilegal.  

De acuerdo a los datos de FZS, para esta temporada se realizaron 170 turnos de monitoreo en los que participaron familias de tres territorios indígenas: AATI PANI, Resguardo Nonuya de Villazul y Resguardo Curare – Los ingleses. 

“Los resultados obtenidos este año son muy importantes para el Parque Nacional Natural Cahuinarí y los territorios indígenas que implementan la estrategia ya que aportan a la toma de decisiones frente al manejo de estas dos especies y de su territorio. También demuestra que el trabajo está funcionando y teniendo un impacto directo en el aumento anual de la población”, concluye la bióloga de FZS. 

¿Qué sigue? 

Actualmente los territorios indígenas se encuentran en la fase de organización y sistematización de la información para, finalmente, en el mes de junio entregar el consolidado. Los datos serán utilizados en los espacios anuales que las comunidades tienen para la toma de decisiones y planificación de la próxima temporada de monitoreo de las tortugas charapa y Taricaya. 

Sociedad Zoológica de Frankfurt – Colombia
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